Por: Alejandro Glade R.
La cerveza ya no es como
antiguamente, han aparecido muchas cervezas del tipo artesanal, hoy tenemos una
gran cantidad de nuevos estilos y sabores, los bebedores de cerveza podrían estar
bebiendo cervezas diferentes todos los días y por bastante tiempo.
En este artículo hablaré de lo
importante que es, el saber cómo encontrar y apreciar esos diferentes gustos. Esto no significa que deba sentarse, a
oler y sorber cervezas como nunca. Pero si le gusta la cerveza hágalo, existe
cervezas que merecen ser apreciadas dedicándoles un poco más de tiempo. Ponga a
andar sus receptores…
EL VERTIDO PERFECTO

Cualquier vaso servirá, pero el vaso del tipo tulipán o tulipa es el
mejor. Si hay mucha carbonatación, incline el vaso para asegurarse de que la
cabeza de la cerveza no sea demasiado grande (dentro del argot cervecero a la
cantidad de espuma se le llama cabeza o
corona). Si hay poca carbonatación, (contenido de las burbujas en el líquido es
debido principalmente al dióxido de carbono (CO2) procedente de la fermentación
alcohólica de cereales), vierta la
cerveza directamente en el centro del vaso para agitar la cerveza lo suficiente
como para darle una espuma.
META LA NARIZ AL VASO
Agite la cerveza en el vaso y ponga
la nariz allí. Inhale varias veces mínimo dos, rápidos y agudos tienen que ser,
Caliéntela en sus manos para liberar más los aromas contenidos. Si no lo logra
de la primera forma, coloque la palma de su mano sobre la parte superior del
vaso y muévalo por unos segundos, y los
aromas quedarán atrapados en el vaso, otra forma es provocar un remolino
haciendo que la cerveza gire dentro del vaso, cuando esté formado tome dos
rápidos y agudos olores del contenido. Tome una última inhalación con la boca
abierta. Asegúrate de estar en un área sin olores extraños y abrumadores, ya
que eso afectará la experiencia. Olorose todos los aromas de cervezas que pueda y
memorice cuales son olores fuertes, débiles, intermedios etc. Almacene en su
memoria todo lo que está experimentando.
ECHELE UN VISTAZO
Sostenga su vaso a través de una
luz e inclínelo un poco. Mire el color, si está claro o brumoso de buena y justa transparencia, y la cantidad de cabeza
que queda en la parte superior de la cerveza. Hay diferencias para los diferentes
estilos, y la única forma de conocerlos todos es practicar (beber). Las
propiedades de una espuma son la densidad, la cremosidad, la adherencia al
vidrio (denominado en el argot o 'cling' que es el agarre), todas dependen del
cereal empleado en su elaboración, del tipo de malta y los otros elementos
añadidos.
DE VUELTA A LOS OLORES
Agítela de nuevo y ponga su nariz
en ella. La cerveza estará más agitada y más caliente después de
los primeros
tres pasos. Tenga en cuenta las diferencias con el primer olor.
EL GUSTO Y SABOR
Finalmente hay que tomar un sorbo.
Tome lo justo para cubrir su boca. Deje que golpee tus labios, mejillas, encías,
dientes y todo con su lengua. Cuando trague ese sorbo, mantenga la boca cerrada
y exhale por la nariz. Tome nota de los sabores iniciales que percibe, los
sabores intermedios y el gusto final.
SABOR, OTRA VEZ
Tome un sorbo más, esta vez
centrándose en el peso de la cerveza. Compáralo con otras cervezas del mismo
estilo que has tenido antes.
DISFRÚTELA, RELAJADO
Es la etapa donde la tomamos de
una vez. Relajadamente se debe tomar una respiración profunda. Huela la cerveza
de nuevo y pruébela de nuevo. Haga una pausa y trate de hacer clasificaciones,
como a que tipo pertenece y como la clasificaría.
Escrito por: Alejandro Glade R.